Candy, color y la purpurina frente al negro y las calaveras
Cuando buscamos un color para nuestra moto custom, generalmente el negro es uno de los que nos viene a la memte ,en cualquier versión, mate ,satinado pero sobretodo brillante. Esta tendencia se impone desde hace decadas. Mas allá aun, una harley:Davidson de color negro es como un ferrari de rojo, siempre queda bien.
Pero en un mundo de negro, cromo y calaveras, otro de los elementos simbólicos de cultura custom, hace mucho tiempo entró en juego el color candy, tambien conocido como Hard Candy o Metal Flake.
Corría la segunda mitad de los años sesenta y un rudimentario pero espectacular Candy irrumpió en escena con las chopper que montaban aquellos rebeldes bikers que cruzaban de lado a lado el gran USA. Poco a poco este color se disipó de la escena motera hasta que en esta década a donde vuelve mas atractivo que nunca. Un técnica de aplicación mas depurada no apta para pintores del tres al cuarto hacen que cada vez mas motos generalmente harleys obten por llevarlo puesto.
Quizás el paso que consolido esta tendencia fue la decisión de HD de sacar en 2013 varios modelos con este tipo de pinturas de serie. Desde ese año podemos disfrutar de una Seventy-Two, Street Bob, Softail Deluxe o una forty-Eight com ese acabado. El Candy que aplica HD se obtiene mediante la aplicación de laminas tintadas sobre una capa base de color negro posteriormente se cubre con un especie de laca que combinada con un lijado manual crea un acabado superficial pero con un efecto de profundidad extraordinario.
No creo que se imponga al todo poderoso negro que llevan muchas de las custom pero lo cierto es que el Candy ha vuelto para quedarse.
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